El proyecto documental que rescata una historia silenciada

El pasado 12 de marzo, la sede de la AMIA en Buenos Aires se convirtió en el escenario de un evento memorable: la presentación del proyecto documental Milut (Rescate), del cineasta y periodista argentino-israelí Shlomo Slutzky

El documental toma su nombre del operativo clandestino que, en plena dictadura argentina (1976-1983), permitió salvar a cientos de judíos perseguidos por el régimen. Esta misión fue liderada por Daniel Recanati, entonces enviado de la Agencia Judía, y su historia es el eje central de la investigación de Slutzky.

Con una sala repleta de asistentes, entre ellos víctimas y familiares de la última dictadura cívico-militar, la velada estuvo marcada por el trabajo de la memoria y el desafío de reconstruir una historia de solidaridad y valentía que aún permanece en la sombra.

Shlomo Slutzky en la presentación de su proyecto Milut (Rescate).

Un número desproporcionado de víctimas judías

Slutzky compartió un adelanto del film en el que se explica que, durante la dictadura argentina, 30.000 personas fueron desaparecidas; de ellas, unas 1900 son judías, un número por lo menos 12 veces mayor que su proporción en la población general. La desproporción de víctimas judías es un reflejo del antisemitismo institucionalizado dentro del aparato represivo del régimen, donde los detenidos judíos eran sometidos a torturas y humillaciones adicionales debido a su identidad.

El trailer del film presentó los interrogantes centrales de la investigación: ¿Qué hizo Israel para salvar a los perseguidos en aquellos tiempos? ¿Por qué se mantiene en secreto hasta hoy?

En el video, testimonios como el de Pinhas (Pini) Avivi, ex cónsul israelí en Argentina, y Ran Nuriel, encargado de atención a familiares de desaparecidos, arrojan luz sobre el operativo a la vez que plantean interrogantes sobre la compleja relación entre la comunidad judía, el gobierno israelí y la dictadura militar argentina. “Pini Avivi estuvo en el lugar de los hechos, calló hasta ahora y decidió hoy sacar a la luz el operativo Milut”, relata el film.

También se pudieron ver entrevistas con Daniel Feldman, quien llegó a Israel después de haber sido secuestrado y torturado en Argentina y cuyo cuñado continúa desaparecido; Neomi Meyer, viuda del rabino Marshall Meyer, quien puso su vida en peligro en defensa de los derechos humanos y luego integró la CONADEP; y Zulma Hoffen, cuyo hermano fue secuestrado y ella misma estuvo desaparecida antes de recibir un salvoconducto a Israel en 1976.

Slutzky explicó que su motivación personal para este proyecto radica en el “rescate que no fue”. El primo de su padre, el médico Samuel Slutzky, fue secuestrado y asesinado en 1977. “Se negó a exiliarse y sobre todo a hacerlo en Israel, porque lo veía como colonialista. ‘Este es mi país’, dijo. Sus compañeros se exiliaron y sobrevivieron, él no”, relató el cineasta conmovido.

También destacó que, si bien la operación Milut logró salvar muchas vidas, “hay cientos de casos en los que la ayuda no llegó a tiempo. Historias como la del primo de mi padre o la de tantas familias que no lograron escapar nos recuerdan lo complejo y lo trágico de ese momento”.

Entrevista con Pini Avivi en el adelanto del documental Milut (Rescate).

«Una historia que merece ser contada»

El presidente de AMIA, Dr. Amos Linetsky, abrió el evento con un discurso en el que resaltó el desconocimiento general sobre Recanati y su heroica labor: “Hace unas semanas el rabino Dani Goldman me habló mucho de Daniel Recanati, y con humildad digo que no sabía mucho sobre él. Me apasioné por este personaje que llegó en 1976 a la Argentina y que terminó rescatando a más de 400 personas. Las historias que se cuentan sobre él son impresionantes”.

Linetsky recordó una anécdota en la que Recanati, al descubrir que había judíos detenidos en una comisaría, se acercó y gritó sus nombres desde afuera: “Yosef, estoy aquí, aguanten, vamos a venir a ayudarlos, no los olvidamos”.

La valentía de Recanati quedó reflejada en numerosos relatos. Eli Cohen, flamante representante de la Agencia Judía para el Cono Sur, recordó que “Dany Recanati no dudó en actuar cuando supo lo que estaba pasando. A riesgo de su propia seguridad, organizó la salida de perseguidos y enfrentó a las autoridades con valentía. A veces, un error de un oficial o un descuido le daba la oportunidad de intervenir y salvar vidas”.

El rabino Daniel Goldman subrayó que “Dany no pidió gloria ni monumentos, aunque salvó a más de 400 personas”. También evocó el momento en que sobrevivientes de la dictadura viajaron a Israel para homenajearlo, solo para enterarse de su fallecimiento el mismo día de su llegada. “Fue un héroe de la tradición judía, y hoy vuelve a ocupar su lugar en el escenario de los tzadikim, los justos que comprometieron su existencia por la vida. Sus acciones y su memoria se enhebran con la exigencia humana de un Nunca Más”, concluyó Goldman.

Además, el rabino compartió una reflexión sobre la memoria histórica y la dificultad de mantener viva la verdad: “En la sociedad argentina históricamente ha habido tensiones en la comunidad judía en relación al tema de los Derechos Humanos. En los últimos tiempos se ha tensionado la crítica a llevar a cabo espacios de consideración y reflexión sobre los desaparecidos judíos. Tiene que ver con una visión que cada tanto emerge y es la guerra de los dos demonios, doctrina basada en una consideración ideológica y no en la documentación sobre la historia reciente. Por eso, la memoria juega un papel fundamental para desplazar prejuicios, ideas cómodas y frases prefabricadas, sacudiendo las estructuras de siglos y siglos que han instalado en nosotros un pensamiento autoritario”.

Amos Linetzky, presidente de AMIA, presentó el proyecto en un auditorio integrado por familiares y víctimas de la dictadura cívico-militar.

«No juzgar el pasado con los ojos del presente»

Slutzky anunció que en las próximas semanas llevará a cabo una serie de entrevistas en Buenos Aires con sobrevivientes, familiares de víctimas y personas que estuvieron involucradas en el operativo Milut. Por eso, llamó a la colaboración de quienes puedan aportar información y testimonios, además de ayuda financiera para completar el trabajo. Estos testimonios, junto con material de archivo y nuevas revelaciones, serán el corazón del documental.

Uno de los desafíos de la investigación es reconstruir los eventos sin caer en juicios anacrónicos. “Hablamos de hechos ocultos hace casi 50 años, en los que también entonces Argentina e Israel estuvieron envueltos en situaciones que implicaron a ambos países y pusieron a prueba el concepto de solidaridad humana, y solidaridad judía en particular”, dijo el cineasta. 

“Se puede decir que no todos dieron la cara en su momento, pero hay que tener mucho cuidado respecto de juzgar el pasado. Me parece que el problema no es solamente lo que uno hizo o no hizo cuando había peligro. Había miedo. El problema es qué hace uno cuando se vuelve a la democracia, si la gente está dispuesta a hablar sobre eso”, agregó.

Prueba de ello fue la emotiva presencia en el auditorio de Beba Golder. Así la presentó Slutzky: “¿Ven a la mujer que se está manifestando en Israel en esta foto de 1978? Acá la tenemos en la primera fila. Ella participó en Israel de organizar a la gente que había llegado allí y de tratar de denunciar lo que estaba pasando en la Argentina, lo que era muy difícil en la Israel de esos años, porque era un tema sobre el que se decía que mejor era hablar despacito. Y contrariamente a lo que pasaba con la Unión Soviética, sobre lo que se hacían campañas internacionales en las que se hablaba de ‘dejar salir a mi pueblo’, respecto a los judíos en la Argentina se trataba de apaciguar las cosas”. 

“Nos molesta mucho el silencio cómplice, pero es difícil juzgar el pasado con los ojos de hoy”, reflexionó Linetsky.

«La importancia de recordar»

El rabino Goldman concluyó su intervención con una referencia a la CONADEP y el informe Nunca Más, que fue traducido al hebreo. “Aprendimos que las dictaduras no pueden existir sin la complicidad de la gente asustada o inconsciente”.

La jornada incluyó un mensaje de León Gieco, quien no pudo asistir en persona pero envió un video interpretando Todo está guardado en la memoria. En sus palabras, el compromiso con la verdad y la justicia sigue vigente: “Shlomo, contás conmigo. Quiero estar presente en esta reunión, con respeto, con lucha, con justicia y con memoria”.El documental Milut se perfila como una obra fundamental para la reconstrucción de una historia poco conocida, pero de enorme relevancia. Como dijo Eli Cohen, representante de la Agencia Judía: “Casi 50 años después, seguimos buscando respuestas. Que este proyecto nos ayude a encontrarlas”.

León Gieco habló y cantó para los presentes a través de un mensaje en video.
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