Arte y memoria, un nuevo 18 de julio

Hacer memoria no es viajar al pasado sino estar presentes hoy. Esta semana compartimos lecturas, estrenos, obras y datos que muestran cómo el arte puede ser una forma de duelo, herramienta de lucha y bandera de esperanza.

Miramos

– Ayer se estrenó la serie AMIA, el fin de la verdad: está disponible en Flow y hoy será el turno del canal de TV Telefé, a las 23.15 de Argentina. Es una gran noticia que la historia detrás del atentado tenga su ficción internacional, y que llegue a la televisión argentina. Que el atentado a la AMIA se relate como un atentado contra la nación argentina (y un hito en la historia del terrorismo a nivel mundial), y los directivos de la televisión abierta consideren que es “muy necesario” contar esta historia de forma que las familias del país y el mundo tengan “con qué contarles sobre la AMIA a sus hijos”, como dijo el CEO de Telefé en el preestreno esta semana. Por supuesto, hay espías, romance, mucha acción, algo de banalización y todo lo que tiene que tener una serie para llegar al prime time de Telefé. De hecho, uno de los protagonistas, el israelí Michael Aloni —a quien conocemos como el galán de Shtisel, el Itzik de Our Boys (una de las mejores series israelíes de todos los tiempos) y el Dotan de When Heroes Fly (una de las peores)—, la describió como “La Fauda argentina”.

– Para nosotros, la verdadera Fauda argentina es División Palermo, cuya segunda temporada se estrenó ayer en Netflix. La gran comedia de Santiago Korovsky ubica a los judíos en el marco de otras minorías como discapacitados motrices, ciegos, personas trans y más, y se ríe de todos (nosotros) con ternura.

Leemos

– Tali Goldman escribe una crónica imprescindible sobre Diana Malamud en la Revista Anfibia, que forma parte de su último libro, Cómo se puede querer tanto a alguien.

– Juan Aranovich, ex Director Nacional de Formación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación y actual responsable de cultura en el IDUF (Instituto para los Desafíos Urbanos del Futuro), relata en DiarioAR cómo los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA definieron su vida y reflexiona sobre los nuevos antisemitismos en el ámbito de la militancia.

– Hinde Pomeraniec repasa su historia familiar en Nueva Sion para describir cómo es ser escritora judía y argentina hoy, “en un mundo y un Medio Oriente convulsionado por el odio, la violencia y el desconcierto”.

– Para ir del duelo a la esperanza, esta semana la editorial Milena Caserola presentó Alejandría Jerusalem, primer libro de poesía del rabino Jordán Raber. Su poesía —“a la que la sobrevuela la muerte: porque sin muerte no hay memoria, no hay recuerdo, y no hay poeta”, dijo Emmanuel Taub—, es un itinerario de lo judío cargado de ecos de distintos tiempos y lugares, que en palabras de Diana Sperling “te lleva a un viaje donde se mezclan la celebración, el lamento, la sonrisa, el duelo y el amor”, y logra así “convertir al cementerio de la Tablada en el escenario de la llegada del tiempo mesiánico”.

Salimos

– Este domingo a las 19 h, el auditorio de la AMIA vuelve a ser escenario de «La silla vacía», una obra teatral actuada por Hugo Basiglio, Jennifer Dubín, Adrián Furman y Alejandra Terranova, familiares de cuatro víctimas fatales del atentado perpetrado hace 31 años. Además, cuenta con voces en off de Ricardo Darín.

– El Centro Cultural Recoleta sigue presentando “Yo recuerdo”, muestra de seis artistas visuales que a lo largo de estos 31 años han acompañado con su obra el reclamo de familiares y amigos de las víctimas.

***

La memoria es un acto presente también porque cada nuevo aniversario del atentado es un recuerdo de las consecuencias del antisemitismo y el odio, que lamentablemente son moneda vigente hoy. De las cientos de personas de toda América Latina que completaron la encuesta de AJLA, un 60% presenció antisemitismo en ámbitos artístico-culturales desde el 7 de octubre de 2023 en adelante, y el 52% lo experimentó en primera persona. Además, un 42% tuvo miedo de que ser judíos/as los afectara profesionalmente.

Y con todo, seguimos recordando y exigiendo.

  • AJLA es una organización independiente, apolítica y sin fines de lucro dedicada a consolidar una red plural de agentes culturales vinculados a la comunidad judía en América Latina e impulsar la industria cultural de la región.

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